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miércoles, 5 de marzo de 2014

Cuando te sientes fuera de casa

Es extraño pensar que, hace menos de una semana estabámos en Madrid... Sabíamos que teníamos por delante un gran cambio pero no sabiamos su alcance... un cambio de ciudad, de país...de vida... de estilo de vida. Te sientes extraño e inseguro en una ciudad que no es la tuya. Todo lo que tú ves normal y cotidiano aquí no lo es. Piensas en como te mirara la gente, si con solo verte sabrán que no eres de por aquí. Es una sensación tan extraña que no puedo explicarla... Ahora mas que nunca creo que las fronteras no existen, somos solo personas con un pasado que se cruzó y no tenemos nada en común... si. Nada en común... hablamos el mismo idioma pero no nos entendemos y, nuestras costumbres son muy diferentes. Pero entonces, es posible adaptarse? Es posible una convivencia? Espero que si... tardaremos en conocer sus rutinas diarias y su manera de vivir, pero lo haremos. Todos los animales se adaptan al habitat en el que viven y eso haremos nosotros.
Desde nuestra ventana miro hacia abajo y veo una ciudad caótica, con autobuses antiquísimos y destartalados, contrasta excesivamente con la comuna en la que vivimos... la mejor de Santiago. En Las Condes todo es lujo, las personas extranjeras de buena posición y Chilenos con dinero, viven aquí. Edificios muy altos con seis conserjes, varias personas encargadas de la limpieza, spa, gimmasio, piscina y zona ajardinada... parking y parking de visitas... la mayoria de los propietarios o inquilinos de estos edificios son estirados y algo altivos...aunque te ven con el bebé y se deshacen en alagos... contradictorio.
Me pregunto si los inmigrantes que han ido a España piensan igual que yo...les pareceremos tan diferentes a ellos? Intento adaptarme a este estilo de vida tan peculiar... tan lento... tan servicial hacia los adinerados, con tanta diferencia entre clases... y no puedo. No puedo mirar a nadie por encima del hombro, no puedo distinguir entre personas, no puedo ser asi...
El mundo tiene fronteras, si. Pero está habitado por personas iguales. Un bebé está igual de indefenso en todas las partes de la Tierra. Un anciano es igual de vulnerable y de importante en cualquier lugar. Todos tenemos raices en común... nuestra sangre esta tan mezclada que todos somos iguales, ciudadanos del Mundo adaptados al lugar donde nos ha tocado nacer y vivir.

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