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domingo, 30 de septiembre de 2018

Ideas para una vida más feliz!



En casa hemos hecho de forma casera un frasco para poner cada día las cosas buenas que nos han pasado.
Así cuando tengamos un mal día, bastará con ir al tarro, seleccionar un papel al azar y leerlo.

Simplemente en un frasco que tenía en casa, he puesto una etiqueta y hemos empezado a llenarlo.

Lo recomiendo para los niños, ya que resulta muy eficiente y estimulante para ellos. Además es una forma de recordar las cosas que hemos hecho cada día y para dar las gracias por lo afortunados que somos.


Cuelga fácil sin agujeros.

A veces, no podemos o no queremos taladrar una pared o agujerearla, bien porque no la queremos estropear o porque su superficie no nos lo permite. 
Yo tengo una pared de piedra natural en el living y he colocado algunos adornos muy livianos con Pritt Tak, son unos cuadritos adhesivos multiusos.
Simplemente sacamos uno o varios cuadritos, los amasamos y pegamos en el adorno o cuadrito que queramos poner en la pared. Apretamos contra el muro unos segundos y listo!! no se despega ni deja residuos.
Muy sencillo, útil y cómodo.



Reutiliza unas cajas, pintandolas.

Tenía unas cajas de madera blancas muy estropeadas que compré en Homy hace varios años. Con un poco de pintura las he dado otra oportunidad en la habitación de jugar de los niños. Como veis, estaban muy feas, primero las limpie muy bien y dejé secar. A continuación, y sin preparación alguna, pinté con pintura a la tiza o ChalkPaint en color gris.
Después, con un stencil de estrellas, y pintura blanca del mismo acabado, estampé unas estrellas.
Por último, las uní con clavos para madera.

Muy fácil, rápido y muy vistoso. Os animo a hacerlas!






cambia tu armario con papel vinílico.


Un armario puede darle vida a la habitación, y puede formar parte de la decoración.

Con un papel vinilico estampado, se ha empapelado este de una habitación de matrimonio.
El resultado es muy bonito y sencillo de hacer. Solo hay que tener cuidado de medir bien las piezas e irlas pegando sin burbujas con ayuda de una espátula de silicona y un paño para ir alisando la superficie. 
Es mejor retirar los tiradores y otros adornos que pueda tener para poner el papel correctamente. Cuando terminemos, los ponemos de nuevo y listo!

La habitación ha cambiado completamente y es súper femenina!
Me encanta!!!




Pichilemu y Punta de Lobos. Chile.

Comenzamos nuestro viaje en coche a Punta de Lobos y Pichilemu.
Salimos tipo 10h de la mañana hacia el sur y llegamos a las 14h.

Punta de Lobos es una playa muy cercana a Pichilemu de la provincia del Cardenal Caro en la región de O’Higgins. Tiene unos acantilados de casi 50 m de altura y una arena de playa de color gris. En las rocas puedes encontrar lobos marinos, de ahí su nombre. La playa es kilométrica ideal para pasear y bañarse, pero sobre todo para surfear. Los alrededores están llenos de surfistas ya que, las olas oscilan entre los 8-10 metros! Por eso es reserva mundial del surf desde el año 2013.

Las cabañas, Conviento de Lobos. Estaban en primera línea de playa. La habitación era espaciosa con una cama de matrimonio y otras dos adicionales, una para Lucas. Pablito durmió en el capazo tan ricamente. Además contaba con una mini cocina y espacio para comer. Tenía 5 grandes ventanales, 4 de ellos con vistas al mar. En la estancia había una estufa de leña, preparada para usarse y además nos dejaron un calefactor por si acaso teníamos frío. Muy atentos con los niños. El punto negativo se lo damos a los bichitos... y a que no había agua caliente en el lavabo y en la cocina, solo en la ducha... increíble pero cierto.












El entorno del hotel era muy bonito y contaba con estacionamiento gratuito. Otro punto negativo es que la habitación no la hacían a diario, si querías servicio de limpieza, debías abonar adicionalmente 10.000 CLP.

En la recepción hay una chica que se va a las 16h por lo tanto poco te soluciona si necesitas algo. Además el teléfono lo atiende poco, hay que insistir muchas veces hasta que contesta. Y lo de que hay wifi es falso porque a la habitación no llega solo a la recepción, y como ya he dicho la cierran a las 16h.













Nada más llegar, dejamos las maletas y nos fuimos a comer a La Loba. Muy bonito, un restaurante slow food con comida riquísima. Pedimos, plateada y filete relleno. Lucas tomó media ración de plateada con arroz blanco. De postre para compartir, negros de trufa y dos cafés. Junto con el agua y jugos fueron 53.000 CLP con la propina. 





Luego dimos un paseo por la zona, viendo los acantilados y la playa negra llena de surfistas. Había muchísima gente paseando por los acantilados ya que, cuentan con unos caminitos.
La temperatura era muy agradable y estaba soleado. Perfecto para pasear por la costa!












Cenamos en Buda restaurante en Pichilemu. El personal, muy atento y agradable. Aunque hacía frío en el local... pedimos hamburguesas una normal con de todo, una de garbanzos vegetariana y otra solo la carne para Lucas. Todo estaba hecho de forma casera, hasta el pan. Los jugos, de melón y naranja - plátano, riquísimos. De postre dos cafés, bastante cargados... todo por 40.000 CLP.










La noche la pasamos bien, la habitación no estaba fría, aunque luego si que se puso, pero contábamos con el calefactor. Lucas inevitablemente, durmió en nuestra cama... je, je, je. Y con la estufa de leña muy bien. Te la dejan preparada para encenderla.

El desayuno,incluido, lo traían a la habitación a la hora que quisieras (aproximadamente). Y constaba de: café con leche, palta, pan, paila de huevos, mantequilla y mermelada, fruta... todo productos naturales y vegetarianos. 






Al día siguiente salimos a pasear por Pichilemu. Hacía un sol espléndido ideal para pasear por la Costanera.
Paramos primero en Altomar, una hilera de tiendas y cafeterías boho chic muy bonitas. Con espacio para comer y tomar un café en un ambiente muy bonito.
Tiendas de decoración, bisutería, surf... ideal para darse un caprichito. Yo me compré un collar de mostacillas.

















Después de dar un paseo por el centro, 






vimos la Costanera, 









Comimos en Casa Cuesta. Recomendable! Además uno de los camareros es madrileño 😉
Pedimos congrio frito con ensalada, lasaña de verduras y menú infantil de pasta con queso. Un volcán de chocolate, cafés y zumos por 46.000 CLP.








Paseando por el Parque Ross se ve toda la costa. Y cientos de puestecitos de comida y artesanía. 

















La tarde ha empeorado por minutos y nos hemos ido a descansar a la cabaña. Mientras Lucas veía una película, los demás (Pablo incluido) durmiendo je,je. A mi me ha venido genial.


Después la cena, en Slice pizzeria. Ricas, ricas... recomiendo 100%. Dos cafés riquísimos y cheesecake para compartir. Mmmm. Todo por unos 28.000 CLP.
Y por hoy, el día terminó... a ver otra peli en la camita y a dormir!!!













El sábado se levantó muy muy feo... lluvia, niebla... para no salir y para no poder ver las salinas que queríamos... rumbo a Cahuil vimos las Salinas llenas, apenas nos bajamos del coche para hacer un par de fotos... y rumbo a Pichilemu de nuevo.



En Pichilemu repetimos comida en Buda, Lucas una pasta, Y nosotros costilla de res y hamburguesa, más dos cafés, zumos etc, 46.000 CLP.







Paseo breve por el centro y cafetito en el bulevar. Contaba con cafeterías y espacio para que jueguen los niños. Me ha gustado mucho. Hemos tomado dos cafés (vainilla y moka) y un wafle para compartir, por unos 7.000 CLP. Riquísimo!
















Una pizza para llevar de nuevo en Slice (familiar menos de 10.000 CLP) y a casita!



Nos despedimos del hotel... deseando llegar a casa a ducharnos en condiciones y a lavarlo todo!!!
Rumbo a Santiago... y fin del viajecito.




En resumen, me ha sobrado un día y las cabañas definitivamente no las recomiendo. Muy monas y aparentes eso sí, pero frío y algún bichito... solo salía agua caliente de la ducha, del lavabo y de la pila de la cocina estaba literalmente cortada. Los ventanales con telarañas y la limpieza muy por encima. En fin, que lamentablemente cada vez que salimos en Chile es así, el precio no acompaña para nada la calidad. Es todo muy “salvaje”.
Eso sí, la chica de la recepción muy amable, nos dio un calefactor de apoyo (ella bien sabía que haría frío por la noche) y nos encendió la chimenea un día. Pero a las 16h se iba y por la noche estábamos solos...



Recomiendo venir dos noches y lo ves de sobra, paseas por Punta de Lobos, ves a los surfistas y la costa que es muy bonita. Visitas Pichilemu, que en un día de da de sobra, vas a las salinas de Cahuil luego al volver y a casa!