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domingo, 2 de marzo de 2014

Un viaje largo, largo, largo...

13 horas y 35 minutos nos separaban de Santiago de Chile... La despedida en el aeropuerto de Barajas fue dura y emotiva, y el tiempo de espera se paso rápido. 
Una vez en el avión, y después de servirnos la cena casi a las 2 de la mañana... Pudimos descansar. Lucas estuvo dormido casi todo el vuelo. Gracias a Dios! Nosotros, regular porque, claro, había que vigilarle a él. 
La llegada al aeropuerto de Santiago se hizo pesada... Miles de personas para pasar los controles de inmigración, miles de preguntas, un calor agobiante, las maletas, el taxi... 
Pero ibamos con ilusión, y con ganas de conocer otra ciudad, otro país, otra cultura completamente distinta de la nuestra. Hablamos el mismo idioma pero no es fácil entenderse... Ademas, te sientes muy extraño aqui... Buscas tu acento en cada palabra que oyes a tu alrededor y te sientes mas cerca de casa si escuchas Español... Da igual que sean gallegos, andaluces o de alguna ciudad remota a la tuya... Pero es España.
La llegada al Hotel fue para ducharnos y dormir... Bendita siesta!!! 
Luego pasear por los alrededores del hotel, es decir, por la Avenida de Apoquindo en la comuna de las Condes.
Nuestro primer día estuvo repleto de actividades... Recogida de las llaves del piso, revisar el inventario de éste, ver las zonas comunes... En fin!! 
Luego cenita en casa de unos amigos y vuelta al hotel con muchas ganas de dormir...
Y hasta mañana.




 

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