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jueves, 22 de septiembre de 2016

Ruta al fin del mundo: segundo día Torres del Paine

A unos 70 km de Puerto Natales se encuentra el paraiso natural de las Torres del Paine. En el camino, hay varios miradores para observar las montañas y el Lago Toro. Recomendable parar a hacer unas instantáneas.






La llegada hasta allí es por una carretera de tierra de un carril para cada sentido, sin delimitar. En el camino nos pilló un control rutinario de carabineros donde se nos pidió la documentación del coche y la del conductor. 
Consejo: cuando arrendéis un auto, comprobad que todos los datos sean correctos, y que toda la documentación esté en regla. Fecha del arriendo, impuesto de circulación, seguro, conductor etc. Sino, os pueden multar con 45.000 pesos chilenos mínimo, e inmovilizar el vehículo. 
Una vez llegas a la entrada al parque, hay una caseta donde te entregan un mapa e información de los posibles recorridos. Cuenta  con baños por si necesitas ir. Pero no venden agua ni nada de comer.
La entrada cuesta, previa presentación de cédulas de identidad chilenas para acreditar tu nacionalidad, 4.000 pesos, los niños de 0-6 años entran gratis. Esta entrada va acompañada de un formulario que rellenas con el número de personas que entran al lugar. Y sirve para entrar al parque en los dos días posteriores de forma liberada.





Nosotros, por ir con niños y no contar con demasiado tiempo, hicimos la ruta del Lago Grey. Es un camino fácil de tierra que va hasta la playa del lago y dónde se ve la lengua del glaciar al fondo. En una hora vas y vienes, mas el tiempo que estés en la orilla disfrutando del paisaje, que es precioso y merece mucho la pena pararse un rato. Recomiendo ir bastante abrigado y con algo que corte el viento ya que, hay muchísimo.







En la Hosteria Lago Grey, a parte de hospedaje, ofrecen en su restaurante, un menú muy completo y rico por 18.000 pesos. Cuentan con opciones para niños como pollo con patatas y pasta.
Las vistas son inmejorables, a la playa del Lago Grey. Un lugar con parada obligada.




Luego hicimos la otra ruta para ir hacia la frontera donde vimos el Salto Chico, Salto Grande, y algún mirador. El camino es precioso. Muy muy bonito. Merece mucho la pena verlo.

En estas fotografías se ven muy bien los Cuernos del Paine:



Salto grande:






El tiempo acompañó porque hacía sol y no llovió, pero había muchísimo viento. 









































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